Nuevo ciclo de talleres sobre manejo hortícola en escuelas rurales de Zudáñez
Padres y madres de familia y estudiantes fortalecen sus capacidades en producción hortícola para contribuir a la seguridad alimentaria de 3 escuelas rurales de Zudáñez.
En el marco de la programación de actividades del proyecto financiado por la Diputación de Córdoba, se desarrolló un ciclo de 6 talleres de capacitación sectorial dirigidos a 12 padres y madres de familia (9 mujeres y 3 hombres) de tres comunidades, además de 10 estudiantes (4 niñas y 6 niños), con el objetivo de fortalecer sus capacidades en el manejo técnico de los huertos hortícolas escolares. Los huertos, protegidos con macro túneles y equipados con riego tecnificado, son una fuente clave de alimentos para 48 estudiantes de tres Unidades Educativas.
La capacitación, con una duración de 4 horas por taller, se organizó por la ONG Proagro en torno a los siguientes temas. Una primera parte sobre manejo de macro túneles y riego, donde se instruyó a las participantes en la operación y mantenimiento de la infraestructura de los huertos, enfatizando en la importancia de los macro túneles para la protección de los cultivos y las técnicas para el uso eficiente del riego tecnificado.
Una segunda temática trabajada versó sobre siembra y plantación, en la que se realizaron sesiones prácticas sobre la siembra de semillas en semilleros y el trasplante de plántulas, asegurando el correcto establecimiento de los cultivos.
El tercer bloqué se centró en las labores culturales y la cosecha. A diferencia de los otros temas, se abordaron de manera teórica a través de presentaciones de PowerPoint. La metodología se enfocó en el aprendizaje conceptual sobre la importancia del deshierbe, aporque, abonado, control de plagas y enfermedades, así como en las técnicas para identificar el momento óptimo de la cosecha y su manipulación. La presentación de diapositivas permitió a los participantes visualizar las prácticas.
La metodología de Escuela de Campo (ECA) permitió combinar las sesiones teóricas con la práctica directa en los huertos, facilitando un aprendizaje dinámico y una aplicación inmediata de los conocimientos.
Máxima Rentería, madre de la unidad educativa de Mayu Torcoco, declaraba que “en los talleres aprendimos a usar el riego, a sembrar bien y a cuidar las plantas. Me gustó mucho el taller de las labores culturales, porque nos enseñaron a cuidar las plantas sin necesidad de químicos. Ahora no solo sé cómo mantener el huerto, sino que también puedo hacerlo en mi casa. Ver a los niños de la escuela comer las hortalizas que nosotros cultivamos nos llena de orgullo».




