La FSU impulsa en Bolivia un proyecto que fortalece emprendimientos de mujeres y jóvenes rurales
La Fundación Social Universal impulsa en el municipio boliviano de Tomina un proyecto que fortalece las cadenas productivas locales, mejora los ingresos de mujeres y jóvenes y contribuye a una mayor seguridad alimentaria en el municipio.
En total, este proyecto beneficiará a 115 predios familiares en los rubros hortícolas, y apícola, beneficiando a más de 500 personas.
En el municipio de Tomina avanza un proyecto integral destinado a dinamizar la economía local mediante el fortalecimiento de emprendimientos familiares liderados por mujeres y jóvenes indígenas. La iniciativa, financiada por la Diputación de Córdoba, busca superar la desconexión histórica entre las cadenas productivas agropecuarias y los mercados, un factor que ha limitado los ingresos familiares y mantenido altos niveles de vulnerabilidad alimentaria.
El programa, ejecutado en terreno por la ONG Proagro, se centra en tres cadenas productivas estratégicas —apícola, hortícola y frutícola— que representan oportunidades de diversificación económica y sostenibilidad. Incluye capacitación práctica y acompañamiento continuo para nuevas apicultoras jóvenes, instalación de huertos hortícolas con riego tecnificado y fortalecimiento de prácticas agroecológicas, con el objetivo de mejorar la calidad y la cantidad de los productos y favorecer su comercialización.
Entre las acciones también se contempla la identificación de nuevos rubros con potencial económico mediante metodologías participativas y análisis técnico especializado. A ello se suma una estrategia ambiental que promueve la revegetación de parcelas y áreas estratégicas con especies nativas, reforzando la base melífera para la apicultura y contribuyendo a la resiliencia climática del territorio. La iniciativa incluye también campañas de sensibilización comunitaria orientadas a difundir la importancia de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos y la protección de la base natural de la que dependen los medios de vida locales.
En el plano organizativo, el proyecto apoya a organizaciones económicas de base para fortalecer su gobernanza, actualizar sus instrumentos internos y avanzar en su formalización legal. Se desarrollan talleres de liderazgo, administración, equidad de género y resolución de conflictos, junto con ruedas de negocio y espacios de concertación con autoridades municipales. Estas acciones buscan consolidar estructuras locales más sólidas, capaces de gestionar recursos, articular demandas y acceder a servicios institucionales con mayor eficacia.
La dimensión comercial es otro eje fundamental. Se elaboran estudios de oferta y demanda, la elaboración de planes de competitividad y el diseño de estrategias de posicionamiento para incrementar la presencia de productos locales en los mercados de Tomina, Zudáñez y Sucre. Asimismo, se facilita el encuentro entre productoras, intermediarios y compradores finales para establecer acuerdos de venta y garantizar una salida estable y justa para los productos. A nivel institucional, se impulsa la incorporación de miel y alimentos producidos localmente en el menú escolar municipal, lo que beneficia a cientos de niñas, niños y adolescentes y abre un nuevo canal de comercialización para las familias productoras.
El proyecto se sustenta en diagnósticos participativos y metodologías de escucha activa que identifican necesidades reales y permiten diseñar respuestas adaptadas al contexto. La intervención integra transversalmente enfoques de género, sostenibilidad ambiental, agroecología y participación juvenil, asegurando que las acciones respondan tanto a las condiciones socioeconómicas como a los desafíos ambientales del territorio.
La propuesta se sustenta en diagnósticos participativos y metodologías de escucha activa realizados en diversas comunidades, que evidenciaron limitaciones técnicas, debilidad organizativa, informalidad jurídica y baja competitividad comercial. Para responder a estas causas, el proyecto integra estrategias transversales como la igualdad de género, la sostenibilidad ambiental, la agroecología, el fortalecimiento de capacidades locales y la participación activa de mujeres y jóvenes. La intervención sigue un enfoque de cadenas productivas que permite identificar eslabones críticos y orientar acciones con criterios de eficiencia económica, sostenibilidad ecológica y coherencia con políticas sectoriales vigentes.
Gracias al apoyo de la Diputación de Córdoba, la iniciativa está contribuyendo a crear un tejido productivo más sólido, inclusivo y resiliente en Tomina, abriendo nuevas oportunidades económicas para decenas de familias productoras y fortaleciendo la capacidad del municipio para avanzar hacia un desarrollo sostenible y equitativo.




