Este proyecto ha permitido impulsar el reconocimiento y el ejercicio pleno del derecho a vivir en un ambiente saludable de las mujeres y hombres de 6 comunidades indígenas rurales del Valle de Cusco. Para lograr este propósito se ha incidido en tres componentes: el adecuado manejo de la basura en las escuelas rurales, la responsabilidad municipal de eliminar los puntos críticos de acumulación de la basura y la concertación e incremento de las respuestas de las organizaciones frente a los riesgos en la salud pública de estas comunidades.

El proyecto trabajó con población escolar para la formación temprana de una cultura de responsabilidad en el manejo de la basura. El alumnado de las 6 escuelas rurales recibió información y formación en educación ambiental y pautas para el reciclaje de basura orgánica e inorgánica, lo que posibilitó ornamentar las escuelas y la construcción de su propia compostera con el apoyo de las madres y padres de familia.

La articulación de las comunidades indígenas con las municipalidades de Oropesa, Lucre y San Jerónimo posibilitó el desarrollo de dos campañas de limpieza en 9 comunidades campesinas (tres más de las previstas), permitiendo que 52 mujeres y 92 hombres participen conjuntamente con las municipalidades en el acopio y traslado de los residuos a los centros de disposición final, llegando a comprometer un pago mensual para la recogida de basura que evite su acumulación y la generación de puntos críticos que expongan a riesgos sanitarios a la población.

Finalmente, en las 6 instituciones educativas intervenidas se ha promovido la conformación de brigadas ambientales conformadas por alumnado, profesorado y madres y padres de familia, quienes participaron activamente en la organización del concurso escolar y la ornamentación de las escuelas, las campañas de limpieza y las acciones de sensibilización en las asambleas comunales, a las que se suma el comité de vigilancia ambiental que han tomado como compromiso incidir en las nuevas gestiones para el cumplimiento de los compromisos de recogida de basura mensualmente.

Dos grupos de voluntarias y estudiantes del máster de cooperación al desarrollo de la Universidad de Granada participaron a lo largo de la intervención en diversas actividades del proyecto como el seguimiento y monitoreo al funcionamiento de los sistemas de agua y saneamiento, acciones de promoción y educación ambiental en las escuelas y comunidades talleres de reflexión y trabajo para la equidad de género, entre otras.