La permanente coordinación con el gobierno local y sus dependencias de Desarrollo Social, Desarrollo Económico y Medio Ambiente facilitaron la inclusión de las actividades del proyecto en su planificación, comprometiendo su participación hasta la culminación del proyecto. Del mismo modo, las coordinaciones con las dirigencias comunales comprometieron su acompañamiento en la identificación de la población beneficiaria y su movilización para el desarrollo y conclusión de las actividades previstas, que se alinean y dan respuesta a la problemática existente en el ámbito rural.

El resultado 1 aportó en la mejora de las condiciones de habitabilidad de 15 viviendas de las familias más vulnerables, lográndose que 10 familias mejoren la iluminación y ventilación de sus cocinas. Además 5 de estas familias han podido acceder a mesas de trabajo con punto de agua en el interior de la vivienda mejorando de manera directa la higiene en la manipulación de alimentos y otras 5 familias acceden a un nuevo fogón mejorado eliminando el humo de las cocinas. A ello se sumaron otras 5 familias que ahora cuentan con calentadores solares de agua en sus baños, posibilitando un avance notorio en la mejora de la higiene de las y los integrantes de las familias, en especial de la niñez.

El compromiso holístico de aporte y participación a cargo de las familias ha permitido desarrollar las acciones de capacitación in situ, vale decir en la práctica y desde sus vivencias, incidiendo en el cambio de los hábitos de higiene personal, salubridad, orden de la vivienda, la manipulación de los alimentos, la organización y aprovechamiento de los residuos sólidos, entre otras acciones de información y capacitación, más allá de lo que el proyecto requería.

Cabe destacar que, en respuesta al pedido de las dirigencias y funcionariado municipal, 4 planes de capacitación inicialmente planificados para ser desarrollados de manera centralizada en 3 sectores con un total de 39 talleres, se han restructurado para su desarrollo en cada una de las 7 comunidades del ámbito de intervención, donde se desarrollaron 42 talleres en total, favoreciendo a una mayor participación de la comunidad directamente en el proceso.

Por otro lado, el resultado 2, que busca el incremento de la producción y la productividad agropecuaria en 60 Unidades Productivas Familiares (UPF) y la movilización de 100 familias en la conservación de suelos, se ha concluido al 100%, con el acompañamiento a las 60 UPF de 7 comunidades campesinas. El personal técnico del proyecto junto al personal de las municipalidades ha brindado asistencia técnica en los procesos productivos, habiéndose alcanzado el incremento de 24,6% (invernaderos) y 28,47% (galpones) en la producción quedando pendiente un monitoreo a la época de cosecha que se dará en junio que se estima existirá un incremento entre el 30 y 40%.

Finalmente, el resultado 3 del proyecto tuvo como propósito ampliar mecanismos inclusivos para la implementación de los alcances de la agricultura familiar cuyo compromiso del Estado es promover su apoyo mediante la facilitación de recursos (que no se hace realidad), la promoción de la vivienda productiva saludable y el ejercicio de los derechos de mujeres y hombres que conforman las 100 familias monitoreadas y acompañadas durante la implementación del proyecto. En esta línea, la realización de talleres de contención emocional en todas las comunidades permitió la incorporación de estrategias sencillas para su práctica en la familia y la comunidad para superar los problemas emocionales en el actual contexto de pandemia por COVID -19 y la inseguridad alimentaria, que ha aportado a que las mujeres, principalmente, superen las dificultades en el núcleo familiar y en la comunidad de manera que asuman una visión positiva y un compromiso para integrarse y participar propositivamente en los procesos de reactivación económica y social, lo que les permite generar acciones de incidencia social y en las políticas públicas, en favor de la las familias para el acceso a una vivienda saludable y la implementación de los propósitos de la agricultura familiar y el ejercicio de la vivienda y la alimentación saludables.

Dentro de las acciones de capacitación planificadas e implementadas se encuentran los talleres de capacitación a jóvenes mujeres y hombres de las comunidades campesinas, que se desarrollaron con bastante expectativa y compromiso por tener mayores oportunidades de formación a través de una escuela de líderes y lideresas.

Destaca de esta última actividad el análisis interseccional desarrollado que permitió conocer y entender las inequidades y desigualdades, así como las diversas modalidades de exclusión y el racismo imperante en la sociedad; hechos que afectan, principalmente, a las personas indígenas que habitan las comunidades campesinas, sobre todo a las mujeres, por su condición de ser mujer indígena, analfabeta y con estudios tan solo de primaria, por su condición socio económica, por ser quechua hablante, entre otros elementos que afectan la salud y el estado socio emocional de las mujeres.