Estrategias para la disminución de los índices de anemia en comunidades y barrios del Cusco

Información detallada

Proyecto: Estrategias para la disminución de los índices de anemia en comunidades y barrios del Cusco (Perú).
Localización: Cusco (Perú).
Organización ejecutora: C.E.C Guaman Poma de Ayala.
Presupuesto: 31.083,90 euros.
Financiadores: Diputación de Córdoba (a través de los ayuntamientos de Montilla, Montemayor, Moriles, Santaella y Nueva Carteya): 24.998,51 €; Contraparte local: 2.893,64 €; Municipalidades: 3.191,75 €.
Periodo de ejecución:  Del 01/11/2022 al 31/12/2023.

Resultados

El proyecto promovió estrategias para la disminución de los índices de anemia en la población adolescente, infantil y cuidadores (as) del grupo familiar en 6 comunidades indígenas y 5 barrios periféricos de los distritos de San Jerónimo, Lucre, Oropesa, Cusco, Poroy y Santiago.

Un primer resultado buscó promover e incorporar en la dieta cotidiana, alimentos saludables, nutritivos y ricos en hierro. Para lograrlo, primeramente, se realizaron sesiones demostrativas en las que, de la mano de una nutricionista, 189 mujeres y 60 hombres de 6 comunidades campesinas y 5 barrios, aprendieron a preparar en trabajos grupales potajes utilizando creativamente alimentos variados y ricos en hierro. Por grupos elaboraron recetas diferenciadas para la alimentación de la niñez menor de 3 años, madres gestantes y madres en proceso de dar de lactar, siendo un trabajo de aprendizaje e intercambio de recetas para la prevención de la anemia, así como un espacio de consulta sobre algunas prácticas alimentarias.

Este primer acercamiento a la población facilitó la identificación de familias vulnerables a las que se visitó en sus viviendas para realizar el despistaje de anemia a sus integrantes. En paralelo en coordinación con los establecimientos de salud y 4 municipalidades, se programaron campañas de despistaje de anemia en instituciones educativas de 6 comunidades campesinas, encontrándose niñez afectada por la anemia a partir de lo cual se amplió la campaña a los hogares del estudiantado afectado por la anemia.

En esta dinámica se tamizó 229 mujeres y 170 hombres encontrándose un 37,09% de población afectada con anemia (78 mujeres y 70 hombres) que fue derivada a los establecimientos de salud de sus jurisdicciones para recibir la medicación respectiva. Al final del proyecto, de las 148 personas afectadas con anemia, 75 (39 mujeres, 36 hombres) se recuperaron, es decir un 50,68% y un 35,14% están en proceso de recuperación. Lamentablemente aún un 14% de las personas identificadas con anemia (11 mujeres, 10 hombres) no se les logró hacer el segundo dosaje de hemoglobina pues habían migrado a otros territorios.

Durante las capacitaciones y la realización del despistaje de anemia, se identificaron 50 familias muy vulnerables con por lo menos un integrante afectado por anemia. Estas familias recibieron visitas domiciliarias de consejería nutricional acompañando así su proceso de recuperación. Las visitas domiciliarias fueron espacios de aprendizaje, sensibilización y compromiso. Algunas de las personas afectadas fueron seleccionadas para socializar su experiencia de recuperación en las asambleas comunales y en las reuniones con madres y padres de familia, buscando que haya una mayor conciencia sobre el peligro que significa la anemia, ampliando así la cantidad de población sensibilizada y el compromiso con las buenas prácticas alimentarias.

Otra estrategia utilizada para incorporar en la dieta cotidiana alimentos saludables, nutritivos y ricos en hierro, fueron las 6 ferias distritales a través de las que se logró sensibilizar a 1376 mujeres y 650 hombres que asistieron al stand informativo implementado desde el proyecto. Afiches, folletos, banners informativos y una ruleta de preguntas fueron las herramientas a través de las que el personal promotor sensibilizó y capacitó a la población asistente, que valoró positivamente la información proporcionada calificándola de muy importante (82%) e importante (18%).

El segundo resultado previsto para disminuir la incidencia de enfermedades relacionadas con la anemia se centró en la realización de 2 actividades. Una primera actividad fue la campaña de desparasitación en las instituciones educativas cuyo estudiantado diagnosticado con parasitosis, recibió medicación y capacitación en la mejora de hábitos de higiene y en la manipulación de alimentos lográndose que un 61% del estudiantado (38 estudiantes) sanen de la parasitosis. La otra actividad desarrollada fue la campaña de buenas prácticas de higiene y limpieza, manipulación y almacenamiento de agua, que permitió que un 96% de las 50 familias monitoreadas desarrollaran un adecuado almacenamiento del agua así como el incremento de población que consume agua segura en las comunidades, que se certificó con la medición de cloro residual que llegó a 0,46 mg/l, es decir, agua segura según la normativa.

Sin embargo, en cuanto a los barrios periféricos que no acceden a agua segura y la compran y almacenan semanalmente, la medida de cloro residual encontrada fue de 0,28 mg/l en promedio, cifra alentadora que muestra el avance y nivel de concientización alcanzado por esta población que está desinfectando el agua almacenada con el método de 2 gotas de lejía por litro de agua en sus recipientes.

El ultimo y tercer resultado que se planteó el proyecto fue el fortalecimiento de los espacios de concertación y el desarrollo de acciones de incidencia para la lucha contra la anemia. Para ello se participó en las Instancias de Articulación Local – IAL de los 6 distritos a los que pertenecen las comunidades y organizaciones barriales del ámbito de intervención del proyecto. En estos espacios de concertación se articularon esfuerzos con otros actores involucrados con quienes se trabajó en sinergia cumpliéndose más del 90% de las acciones los planes operativos en los que se incluyeron las actividades programadas en el proyecto, optimizándose los recursos previstos por las diferentes instituciones en la labor de reducir los índices de anemia de la población vulnerable.

Finalmente, se desarrollaron diversas acciones de incidencia. Por un lado, los funcionarios del sector salud y municipal (29 mujeres, 1 hombre), que concluyeron exitosamente el curso de formación desarrollado desde el proyecto, plantearon iniciativas para mejorar procesos de lucha contra la anemia y las actividades programadas en las IAL que fueron implementando en sus dependencias. Por otro lado, 23 lideresas y 5 líderes capacitados elaboraron un plan de incidencia con acciones concretas que fueron implementando en sus organizaciones, visitando a las gerencias de desarrollo social y participando en medios de comunicación, llamando la atención a los gobiernos locales para que se hagan más esfuerzos a fin de atender a la población vulnerable que padece anemia.

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