Infancia escolar rural y periurbana con acceso a alimentos saludables en el Valle del Cusco

Información detallada

Proyecto: Infancia escolar rural y periurbana con acceso a alimentos saludables en los Municipios del Valle de Cusco.
Localización: Cusco (Perú).
Organización ejecutora: C.E.C Guaman Poma de Ayala.
Presupuesto: 23.565,45 euros.
Financiadores: Diputación de Córdoba (a través de los ayuntamientos de Montilla, Montemayor, Monturque y Moriles): 19.974,92 €; Contraparte local: 1.702,79 €; Población beneficiaria: 337,74 €; Fundación Social Universal: 1.550,00 €.
Periodo de ejecución: Del 01/12/2019 al 31/01/2021.

Resultados

La implementación del proyecto tuvo tres fases: una primera, durante los primeros tres meses, de diciembre 2019 a febrero 2020 antes de iniciada la pandemia por COVID – 19 (que coincidieron con las vacaciones del curso escolar 2019); la segunda etapa comprendida entre marzo a mayo 2020 con la declaración de la emergencia nacional, la suspensión de las clases presenciales y la implantación de medidas de confinamiento riguroso; y, la tercera, entre junio a enero del 2021, con la disminución paulatina de las medidas de restricción, el reinicio de las actividades en terreno y la autorización de las directivas comunales para dar acceso al personal y desarrollar las actividades con el compromiso de cumplir los protocolos establecidos.

En el marco de este contexto, para la mejora del conocimiento y consumo de alimentos saludables de la niñez de escuelas rurales y periurbanas, los contenidos de las sesiones de capacitación pusieron acento en la importancia de la alimentación en el actual escenario de la pandemia, e incluyeron temas para mejorar el uso de las TICs, entre otros. Las actividades facilitaron la adquisición de los conocimientos de 344 personas (228 mujeres, 116 hombres), siendo de mucha utilidad las sesiones demostrativas de preparación de refrigerios saludables y, sobre todo, el concurso desarrollado, donde las madres y padres asesoraron a las hijas e hijos dándose además la oportunidad para hacer efectiva la transmisión de saberes tradicionales en cuanto a la preparación de alimentos con productos locales. El concurso involucró a personal municipal y del sector salud, así como a toda la familia que se comprometió y participó apoyando al estudiantado, quien demostró sus habilidades y conocimientos, focalizados en los refrigerios escolares.

Por otro lado, para asegurar el conocimiento sobre el consumo de alimentos saludables y buenas prácticas de alimentación de la población, en el marco de un trabajo articulado con las entidades del Estado, los materiales de sensibilización elaborados (guía de preparación de alimentos, afiches y stickers sobre la prevención de la anemia) tomaron muy en cuenta el diseño con alto contenido gráfico para facilitar su uso, siendo avalados por la autoridad competente del sector salud. Los materiales fueron muy bien recibidos por la población durante el desarrollo de acciones de capacitación, siendo muy estratégica la campaña de sensibilización y monitoreo a través de la que 166 hogares recibieron al equipo que, a manera de dialogo, constató in situ como lo trabajado era incorporado en la vida cotidiana de las familias y el compromiso del alumnado acompañado de sus padres en la mejora de hábitos alimentarios y el manejo de la información sobre los alimentos nutritivos, ricos en hierro y de manera general la alimentación saludable.

Finalmente, y de gran importancia para asegurar que las escuelas dispongan de alimentos saludables, el proyecto trabajó una estrategia integral la construcción de infraestructura productiva (4 biohuertos y 10 composteras). Un eje central de las capacitaciones se concentró en el marco del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), trabajado con toda la comunidad educativa (profesorado, madres y padres de familia y estudiantado), convirtiendo la infraestructura no sólo es un espacio productivo sino es un aula abierta para lograr competencias en los campos de: las matemáticas (aritmética y geometría), el razonamiento matemático y verbal, la comunicación, el cuidado del ambiente, la alimentación saludable, entre otros temas que contribuyen a la formación integral del estudiantado, que se pondrán en práctica una vez que se retome la modalidad presencial de la educación.

Cabe señalar que dado el actual escenario de pandemia por COVID-19, que prohíbe la educación presencial, no fue posible que el profesorado y estudiantado se hagan cargo de la gestión de la infraestructura productiva, recayendo desde un inicio la responsabilidad en la Asociación de Madres y Padres de Familia – AMAPAFA, sin cuya participación no se habría logrado la construcción ni producción que, a la fecha, ha posibilitado el acceso a 5477 kg de hortalizas, aportando valor nutricional en vitaminas y minerales importantes en la alimentación del estudiantado, siendo una fuente importante de micronutrientes que se han incluido en la alimentación cotidiana, garantizando la seguridad alimentaria del alumnado en sus viviendas, favoreciendo además a toda la familia.

Una vez que se reinicie la modalidad presencial de la educación, el profesorado participará en la gestión de las infraestructuras y el colegio volverá a proveer refrigerios escolares al alumnado, con una calidad mejorada a partir del conocimiento adquirido y puesto en práctica por madres y padres de familia que se hacen cargo de la preparación de los alimentos en las escuelas rurales, quienes además contarán con alimentos de los propios biohuertos, cuyo excedente de producción podrá comercializarse e invertirse en la compra de alimentos para asegurar el acceso a una dieta balanceada del alumnado.

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